Volar a Vancouver es una experiencia que, independientemente de que procedas de Europa, América del Sur u otras partes de Norteamérica lleva su tiempo. Prácticamente todos los destinos están situados a varias horas de vuelo de la ciudad, por lo que los viajes suelen ser largos y caros. Sin embargo, aun así hay numerosas opciones para llegar a Vancouver por avión.
Vancouver dispone de un importante aeropuerto internacional, al que llegan vuelos de diferentes partes del mundo. Sin embargo, la gran mayoría de sus salidas y llegadas corresponden a vuelos internos canadienses y vuelos hacia Estados Unidos. Por tanto, la manera más habitual de llegar a la ciudad es hacer escala en alguno de los destinos que están bien comunicados con Vancouver en Estados Unidos o en Canadá. Son frecuentes, por ejemplo, especialmente si volamos con líneas americanas, las escalas en Toronto o Nueva York- si viajamos desde Europa- o en Los Ángeles o San Francisco si viajamos desde Latinoamérica.
No obstante, también existen vuelos directos desde otros puntos de América del Norte -como la Ciudad de México- o de Europa -con Londres, París, Frankfurt y Amsterdam como destinos principales, con diferentes frecuencias semanales-. Desde Asia, dada la importante influencia de la colonia asiática en Vancouver, hay también bastantes conexiones directas.
Air Canada es la compañía principal del país y la que más vuelos opera desde el aeropuerto de Vancouver. La mayor parte de ellos son internos, pero en algunos casos también vuela a destinos de Estados Unidos u otras zonas del mundo. La mayor parte de las veces, ofrece sus vuelos con escala hacia Europa vía otras ciudades canadienses como Toronto o Montreal. Es la que más alternativas ofrece, pero no es especialmente destacable en términos de precios.
Air Transat, por su parte, ofrece justo lo contrario. Es una aerolínea canadiense bastante joven, con precios mucho más reducidos que Air Canada, con vuelos directos a varias ciudades europeas como Londres, Frankfurt, Amsterdam o Glasgow, pero que vuela muy pocas veces por semana y casi exclusivamente en el periodo de verano. Es la más recomendable para volar desde Europa, no sólo a Vancouver, sino a todo Canadá.
Luego están las aerolíneas norteamericanas que como United o American Airlines, que ofrecen enlaces en ciudades de la Costa Oeste de Estados Unidos, como Los Ángeles o San Francisco, para los viajeros de Latinoamérica o en Nueva York o Chicago para los europeos.
Y, finalmente, algunas europeas como British Airways, Lufthansa o KLM, que operan vuelos directos desde Londres, Frankfurt y París y que ofrecen conexiones de código compartido con otras muchas aerolíneas europeas.
Con tantas alternativas, para hacer las reservas prefiero utilizar alguno de los comparadores de vuelos de las agencias de viajes online y ver las diferentes opciones. Aquí os dejamos uno de los que utilizamos habitualmente.
Recomendaciones y consejos
No obstante, hay que añadir algunas recomendaciones y consejos que pueden hacer que los precios se reduzcan notablemente o que son importantes a la hora de volar a Canadá.
La primera es que tengas cuidado al volar a Canadá con un vuelo de sólo ida y no te han concedido aún ningún tipo de visado o residencia. Es posible que la aerolínea te obligue a tener un billete de vuelta a la hora de embarcar por cuestiones de inmigración y puede que te hagan comprarlo en el aeropuerto, en el momento de partir, lo que supone un gasto adicional enorme. Consulta con tu aerolínea antes de partir.
La segunda que, dados los elevados precios de los vuelos internos en Canadá, la opción de ir a Toronto o Montreal con un billete más económico y buscar allí otro enlace independiente puede resultar mucho más cara de lo esperado.
También tienes que tener en cuenta el paso por Estados Unidos, con lo que supone desde el punto de vista positivo y negativo. En el positivo: el precio. Los vuelos internos en Estados Unidos y hacia Europa o América Latina son más baratos, por norma general, que los de Canadá. En lo negativo: la obligación de darse de alta en el registro de pasajeros ESTA antes de viajar, aunque sea para hacer una simple escala -con un coste adicional- y los problemas burocráticos que pueden surgir a la entrada de Estados Unidos, con controles aduaneros bastante intensos.
Volar desde Estados Unidos
Otra de las opciones muy frecuentemente utilizadas por los habitantes de Vancouver para vuelos de larga distancia es desplazarse a alguno de los aeropuertos de Estados Unidos cercanos a la frontera y tomar el avión desde allí, dado que los billetes son bastante más económicos -especialmente para viajar a otros puntos de Estados Unidos-. Concretamente, el aeropuerto regional de Bellingham y el internacional de Seattle son los más utilizados.
Es una alternativa no demasiado incómoda y que, para determinados destinos, puede suponer ahorrar bastantes dólares. Lo más molesto, sin duda, es atravesar el puesto de control fronterizo. El trayecto en autobús desde Vancouver hasta el aeropuerto de Seattle/Tacoma es de cerca de cuatro horas (contando con que los trámites de aduana y la fila sean rápidos) y los autobuses de Quick Shuttle te dejan en el mismo aeropuerto por un precio cercano a los 40 dólares.
Bellingham es un aeropuerto regional diminuto, utilizado por algunas compañías de bajo coste norteamericanas con pocos destinos. No suele ofrecer gran variedad de vuelos, pero si coincide que viajamos a alguna de las ciudades que sirve, nos podemos ahorrar bastante dinero.
Sin embargo, Seattle sí que está servida por las grandes aerolíneas norteamericanas que ofrecen conexiones con todos los puntos de Estados Unidos y enlaces con Europa en sus hubs habituales. En muchas ocasiones, los precios son bastante más económicos que aquellos que encontramos saliendo desde Vancouver y que hacen que el trayecto en autobús nos merezca la pena.